Ruge la marabuenta de noruegos por las calles de Oslo. El rojo y azul bombardean mis pupilas para dejarme al borde de la epilepsia. El Sol baña mi piel como un susurro y la brisa sopla ligera como una pluma. Es el dia de la nacion y todos los noruegos reconquistan sus calles para demostrar que lo son. Le resaca me ha dormido los musculos maxilofaciales, o tal vez es el recuerdo de que una "sarasa" noruega se puso a tocarme el pelo, para acto seguido, iniciar una persecucion alrededor de un Jonathan que se partia el pecho de la risa. Seguramente solo sea el cansacion de un finde "casi" salmantino. Que ganas tengo de perderme por la noche charra para encontrarme. Y es que se avecinan nuevas historias que contar, nuevos territorios que conquistar y nuevas mentiras que decirme. La semana que viene Edimburgo, en 15 dias Madrid, en 30, seguramente Bergen y culminare con esa reunion de Dioses musicales denominada RockWerchter. A concretar un Londres donde me espera Margue (sin la prima) y Luca (con el que todavia no hemos perdido la esperanza de que se nos pierda en la lujuria) y no descarto cometer un crimen contra mi integridad emocional y plantarme en el municipio donde las feminas estan hechas pedacitos. Pero para eso tendre que creerme lo que me dice Jude o todo lo contrario. Estar en el medio es un mar donde siempre me hundo.
Para todos aquellos que habeis preguntado por mi estado, debido a mis divagaciones existenciales recientes, os dejo un enlace para que escucheis "Death" de White lies,
En una entrevista les preguntaron si sus letras no eran un poco tristes. Y ellos respondieron:
-La vida es triste..., pero mola- que Craks!!!
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